La sal bien utilizada en la piel, es un elemento que embellece y acelera el proceso de renovación celular. No sólo trata problemas de psoriasis, acné, salpullido, sino que también suaviza, regenera y da salud a la piel de la cara, del cuerpo y del cabello.
Aquí, algunas formas de usarla:
Sales de baño: Para relajar y eliminar toxinas, en un baño de inmersión se le agrega una taza de sal de mar, si lo quieres más relajante, añade aceites esenciales.
Desmanchar: Desmancha la piel masajeando en el agua con un puñado de sal y luego enjuaga.
Exfoliante corporal: mezcla sal con aceite y crema, y espárcela sobre las zonas que quieras exfoliar. Cuando hayas salido de la ducha y aún tengas la piel húmeda, coloca un puñado de sal en una esponja y masajea el cuerpo y el rostro. Así conseguirás exfoliar el cutis y tener mejor irrigación sanguínea. Para reducir la celulitis, utiliza dos cucharadas de sal marina y frótala en tus piernas durante cinco minutos. Lava con jabón suave y enjuaga.
Para la disminución y disimulación de las espinillas: las compresas de agua tibia con sal son buenas para reducir las inflamaciones de espinillas y granos.
Para la exfoliación del cuero cabelludo: ideal para combatir la caspa. Coloca sal sobre tu cuero cabelludo y masajéalo. Deja pasar 5 minutos y luego lava de forma habitual con agua fría para que los poros no se cierren.
Para disminuir la inflamación de los párpados / ojos: Hacer compresas de agua caliente y sal.
Para apretar la piel: La piel se ve y siente mucho más dura y lisa al tacto cuando nos imbuimos en un baño de agua marina, además, el oleaje es como un suave masaje que ayuda a drenar los líquidos que hay dentro de nuestro cuerpo, desintoxicando y limpiando de raíz algo tan común como la celulitis.
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